miércoles, 6 de febrero de 2008

Natalia, sus preposiciones.

Natalia siempre tiene ante cualquier situación la práctica de pensar en dos variantes. Para variar no son muy geniales, mucho menos elaboradas. O mate lavado o piazza a la piedra. O zoológico del Luján o Planetario de día. O bicicleta sin rueditas o caminata en hojotas. O talco floral o harina integral. O mamadera limpia o bombilla de aluminio. O figuritas repetidas o identidades equivocas. O programa de radio o programa de teatro. Aquí Natalia me suscitó que les informara que este texto puede ser leido de corrido, cuidado con los baches o baldes de la baldosa. O en forma zigzagueante. Las segundas variantes nunca se entieden. Elaborar la suya propia. Aconsejo uno y tres, dos y cuatro. Par e impar, par e impar. De cualquier forma algo leeran. También lo pueden enfrentar a un espejo y leer desde el fin todo para atrás.
A Natalia. Ante todo. Bajo sospecha. Cabe pensar. Con hidalguía. Contra intentos. De externos. Desde novedosos. En interrogativos. Entre filosóficos. Hacia rimbombantes. Hasta mediocres. Para desinteresados. Por principiantes. Según acontecieron. Sin sobresaltos. Sobre invariables. Tras continuar. Durante añares. Mediante reproches.

1 comentario:

MM dijo...

La vida es una elección constante. Cómo la entiendo a la tal Natalia...