miércoles, 9 de abril de 2008

La guerra lúdica. (carta dos)

Ginebra, 14 de junio de 1986.
Mí estimado Florencio Descotte: Estoy rodeado de cartas tuyas de julio y febrero del año pasado y ahora en junio, llego la nueva. Traté de no preocuparme, de pensar que el correo fuera el culpable y que pronto leería noticias tuyas y de Carolina.
Las cartas no son de mi mayor agrado y tú lo sabes. Sin embargo cuando me leyeron tu nombre (un poco tarde, mejor dicho demasiado) no dude un solo instante en leerla. La verdad me dejaste totalmente atónito con el aviso de tu maldita enfermedad. Sobre la fecha de mi vuelta todavía no te digo nada, porque no puedo fijarla con precisión. Estas de nuevo en París por lo que nuestro encuentro será más cómodo para el viaje. Si puedo iré por una semana a Italia a visitar una facultad y regreso a mi padre patria, la vieja Suiza.
En total, conferencias y viajes no me llevará mucho más que un mes. Vale decir que a mediados de noviembre, salgo para allá o quedo esperándote, tal como resuelvas tú. Este viaje, para nosotros tan largo, para mi salud, alma, etcétera, ha sido necesario. Creo que en Buenos Aires iba por mal camino: cansancio, vejez, nervios, enfermedad y el recuerdo de mi madre. Me saqué todo eso de encima. A veces me asombro de no estar cansado. Cuando me acostaba del lado derecho, me dolía el hígado. Ahora duermo del lado derecho o del izquierdo, o como quiera, y me despierto sin dolores. Hace tiempo que no me sentía tan desentumecido y sano.
Sin embargo no creo que me queden muchos años más de vida, mi cuerpo pide paz. Si tu enfermedad no te permite realizar tus diversas tareas del club y demás, hazme el favor de instruirte un poco mas en el ajedrez así por lo menos se me dificulta la partida. Encargo el coñac belga para tu bienvenida. Espero que me ganes o por lo menos llegues a la tabla y que no te embriagues. Tengo ropa contra el frío. Un saco largo de cashmere, azul opaco. Me voy a cambiar, y si la carta tiene alguna falta grave, sabes que no fui yo. Te extraña tu querido amigo G. A.

1 comentario:

Flor dijo...

Yo recuerdo una converzacion en la que me comentaste que ibas a hacer algo asi...Creo que estas logrando tu objetivo y mas... era cuestion de paciencia ¿viste?.
Me debia entrar por aca asi te seguia comentando...

te mando un beso.

Flor.