jueves, 13 de octubre de 2011

Desvarios de un pre-adolescente


Llegué tarde a la historia. Había quedado atrás la nouvelle vague (vieja ola) y lo lamenté apenas. La gran farra, la pucha. La crítica ambiciosa es la que menos me importa. Sin fuerza llega un bolero sucio y anacrónico. Quizás eso fuera lo mejor. Con consecuencias trágicas similares a un éxito rotundo. Adiós a un amigo (murió como protagonista de un Western spaghetti no ficticio). No voy a exagerar en suspenso… unos sicarios sicilianos lo cagaron a balazos. Iracundo en la juventud. Un dejo de sabor a miel en la soledad de la rebeldía. Todo comienza los sábados para el comediante. Y sin hijos la vida es más fácil. Me creía marxista y aún nadie me lo supo explicar. Ni por la patria, carajo. ¿Será un accidente lo que da el mensajero del amor? Mis ojos se nublan. Como una naranja. Mecánica autómata. El sistema cae sin peso. En agosto las ballenas blancas se vuelven algodón rústico y semejante al carácter de una fuerte y dura verdad (potencia de ola grandilocuente). Lejos, en el fondo del mar, no hay ruido. Me perdí en tu noche. Como una rata renga. Con mano dura y esmalte color langosta. En Rusia hubo amor. Cae un trueno al costado de la ruta. Tus diamantes serán eternos. Empezó a dar frutos agrios con la premisa para descansar visualmente la memoria olvidadiza. Padecía templado. Generación degenerada. Luego canal. Y por fin (Dios) cenizas y diamantes. Nos perdimos en un bosque de abedules. Por la década del setenta. Viejos años. Había muerto hacía poco el hombre de mármol (un héroe). Había nacido hacía mucho el hombre de hierro (un rufián). Vidas en paralelo. Condenados al ostracismo. Fuimos prohibidos a finalizar. Existía un pacto de no agresión. El alcohol provocaba olvidos sobre dicha cuestión. Faltó concluir Polonia. Luego el resto de Europa. Insolvencia cultural: catástrofe. Claramente incluyen de forma inofensiva pormenores mayores. Las voces se esfuerzan si se disponen a callar. Ni reclamar un cheque (debo aprender a endosarlo) dejará de obligarte a ejecutar tu burgués afeminado en un interior seguro. No desconfiamos de usted. Nos conozcamos mucho o poquito. No sabemos que va a pasar. Tiempo de ensayo. Interesado en algo raro como romper esquemas a cambio de utilidad violenta. Yo estaba en la cocina de Picasso. Gran estímulo a su manera. Espero llegar al tiempo sin apuros y pocas canas. Las rubias me excitan pero no puedo dejar de pensar que son artificiales. Igual que bacanal placer. Empieza la foniatría. Los curas intentan ocultar el racismo que llevan dentro de la sotana negrita. En el Cairo tiraban vehículos blindados sobre la gente pura y pecadora (transeúntes olvidadizos o turistas americanos con cámara Nikon colgando del pescuezo). No puedo evitar hacer fotocopias. Evidentemente hay maneras de vivir con el monstruo y seguir adelante. Hagamos un adulterio casi promiscuo. No compongo un humilde trovador. Soy caótico. Y el rostro que impacta: cada vez es menos. Diabólicamente inspirador. Nace una nueva ola.