martes, 23 de octubre de 2012

Despedida

Una noche se dejaron. Ella quiso llorar y pensó incluso en finales. Él sintió el fuego interno y la decadencia. Se derrumbaron un par de puentes, un viejo olivo y el futuro crepitó. Allí hay espera y garúa.


1 comentario:

MM dijo...

La espera muchas veces tiene algo de garúa, finita e interna.